PREVENCIÓN DE LESIONES DEPORTIVAS

29 Jun, 2017

La lesión durante la práctica deportiva es una de las principales causas de la pérdida de motivación por parte del paciente, así como del abandono del programa. Es por ello de vital importancia que lo tengamos en cuenta, que el paciente tome conciencia de ello, y que hagamos todo lo posible por evitar que interfiera en la consecución de nuestros objetivos.

 

A continuación se desglosarán y detallarán las principales particularidades a tener en cuenta para situarlas en aquella actividad que estemos prescribiendo.

 

Material:

            Personal (vestimenta, calzado, protecciones...): El calzado ha de ser cómodo sujetando bien el pie del deportista sin llegar a apretar en exceso. Las ropas habrán de cumplir su función principal de proteger del medio ambiente, procurando usar tejidos porosos para una mejor transpiración de la piel. Si se usan plásticos u otro tipo de tejidos con el fin de aumentar la sudoración corporal y así movilizar grasas, lo que podríamos conseguir es un agotamiento mucho mayor y más temprano. Además la ropa habrá de estar adaptada al tipo de actividad que vamos a realizar permitiendo una óptima movilidad de los principales paquetes musculares a trabajar durante el ejercicio.

En caso de practicar algún deporte que entrañe riesgo de caídas, como el ciclismo se recomendará el uso de casco, rodilleras y coderas, según convenga.

 

            De la instalación o medio en el que se practique la actividad: Es muy importante tener en cuenta la superficie sobre la que se va a realizar el ejercicio. Un terreno demasiado duro podrá llevarnos a sufrir lesiones de articulaciones inferiores (rodilla principalmente) y por sobrecarga muscular con gran probabilidad. Elegiremos un terreno más blando, como el campo abierto, y en verano la arena de la playa, ya que estimularán de manera más beneficiosa el retorno venoso y la amortiguación de las articulaciones.

Observaremos también todas las medidas de seguridad y el uso  y estado correctos respecto de todas las herramientas de trabajo (bicicleta, porterías, gomas, pesas, balizas, bancos, redes...)

 

Higiene:

            Ya hemos tenido la ocasión de hablar en este libro sobre higiene corporal, y recientemente, en este mismo capítulo sobre higiene del material e instalaciones, por lo que en este apartado sólo haré referencia a la higiene personal.

            Podríamos definir la higiene como el conjunto de medidas aconsejables para preservar la salud y evitar la enfermedad, según criterio científico demostrado. Y para ello una conducta higiénica en un deportista deberá incluir las siguientes actitudes:

  • Alimentación
  • Ducha y aseo
  • Sueño y horario
  • Control de la fatiga (sobreentrenamiento)

Control periódico de salud (reconocimiento médico)

 

Técnica y gesto deportivo:

                        La ejecución del los ejercicios prescritos de manear adecuada nos va a hacer evitar una serie de lesiones por sobreuso o mal uso de los distintos segmentos corporales involucrados en la actividad. Los ejercicios han de ser descritos al paciente y éste ha de ser capaz de repetirlos delante de nosotros para comprobar que han sido asimilados de manera correcta. Además, hemos de animar al paciente a que no se salga de la pauta de ejercicios descritos y ejecutados correctamente para evitar lesiones de diverso tipo.

 

Condición física previa:

            Tal y como ya se ha explicado en el tema de la evaluación de al condición física del deportista, este apartado tal vez sea el más importante para conseguir un programa de ejercicio individualizado y perfectamente adaptado a las necesidades del individuo. No tener en cuenta cualquiera de los condicionantes de al salud que afectan al individuo puede llevarlo a padecer potencialmente cualquier tipo de lesión relacionada con su patología de base.

 

ajuste del programa de ejercicio:

            El uso normalizado de programas de ejercicio estandarizados, ?tipo? o sencillamente no adaptados convenientemente a las necesidades individuales de cada individuo, puede llevarnos a minusvalorar una serie de parámetros o condicionantes de la salud que puedan provocar muy diversa suerte de lesiones en el deportista.

 

Alimentación e hidratación:

            Tanto la alimentación como la hidratación habrán de ir relacionadas con una serie de parámetros tanto internos como son el peso, la edad y el sexo del deportista, o el padecimiento de alguna patología relacionada con el mantenimiento de la homeostasis metabólica; como externos, humedad o temperatura ambiente, viento, etc.

            Cualquier deficiencia en el aporte alimentario o electrolítico del deportista, ya antes, durante o después de la sesión de ejercicio, puede suponer desde una depleción importante  los depósitos de glucógeno u otros substratos energéticos, con el consiguiente agotamiento progresivo y posible ?pájara?, hasta un desequilibrio hidroeléctrolítico con un aumento de la viscoelasticidad muscular, calambres, contracturas, aumento de la viscosidad de la sangre y un posible fallo renal.

En caso de intensidad extrema del ejercicio esta alimentación e hidratación inadecuadas pueden llegar a provocar un estado de deterioro importante del nivel de conciencia y desmayo.

 

Calentamiento y vuelta a la calma:

            Tanto el estiramiento previo al ejercicio principalmente de los paquetes musculares implicados, como preparación al mismo de manera  progresiva; como la vuelta a al calma, en forma de  abandono de la actividad de forma gradual, ha de suponer una parte proporcional en tiempo e intensidad a la actividad planificada. Estos ocuparán entre un 10 y un 15% del total del tiempo total empleado en el ejercicio.

 

Climatología:

            Procuraremos, y más en el caso de la gente mayor, no recomendar el ejercicio al aire libre en situaciones de mucho frío o calor. En estos casos siempre se puede recomendar una tabla de ejercicios para hacer en casa o salón común.

 

           Además, la prevención de estas lesiones va a tener una serie de pilares que, de ser tenidos en cuenta en cada sesión de ejercicio, pueden ahorrar muchos problemas (principalmente tendinitis) la larga. Estos son:

 

  • Calentar adecuadamente.
  • Buen acondicionamiento
  • Estirar musculatura antagonista
  • Adecuada flexibilidad
  • Correr sobre hierba
  • Caminar sobre talones y puntas
  • Llevar calzado adecuado
  • Correr en ambos sentidos
  • Correr hacia atrás

 

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