EL RECONOCIMIENTO MÉDICO-DEPORTVO

24 Sep, 2017

 La práctica deportiva conlleva unos riesgos para el practicante e, incluso, para otros implicados en las actividades deportivas como técnicos, árbitros, directivos, etc., que hace necesario consensuar argumentos comunes y pertinentes para modificar este riesgo y reducirlo a su mínima expresión.

       El reconocimiento médico-deportivo debería ser el punto de partida de la actividad deportiva del deportista y debería realizarse antes de su incorporación al deporte.


     Con este acto médico se pretenden dos objetivos primordiales:

·         El descubrimiento de enfermedades, patologías o defectos que pudieran poner en peligro la vida del deportista.

·         Detección de enfermedades, patologías o defectos que una vez corregidos o tratados significaran una realización de actividad deportiva con mayor confort y con mayor posibilidad de rendimiento.

     Se está hablando pues de medicina preventiva destinada a eliminar una buena parte de riesgos relacionados con el deporte.

 

  Existe un acuerdo generalizado, a nivel médico y de otros estamentos deportivos, sobre la necesidad de realización de reconocimientos médicos. Estos deben ser de tipo preventivo, antes de la participación en actividades deportivas, o durante la práctica deportiva de carácter habitual. 

 

En cuanto a las categorías del reconocimiento médico-deportivo, según el deporte practicado,  hay que tener en cuenta la edad, el nivel de práctica deportiva del sujeto  y el deporte en sí.

     Se puede dividir a los deportistas en función de su edad y del tipo de práctica deportiva que realizan. A lo largo de su vida, por razones puramente cronológicas, el deportista va pasando de una a otra categoría de edad. Los diferentes niveles de práctica deportiva también se van modificando.

 

El reconocimiento médico-deportivo, en condiciones ideales, es de desear que sea realizado por un equipo multidisciplinar formado por médico y enfermera con una formación suficiente en fisiología del ejercicio. Y debe contar con una equipación de material, documentos de registro e instalaciones que permitan una adecuada valoración del usuario.