Adaptaciones fisiológicas al clima durante la actividad físico-deportiva

23 Jul, 2018

Mecanismos de adaptación al calor durante el ejercicio

La exposición al calor, por si misma, representa una carga suplementaria sobre la circulación sanguínea. Durante un trabajo físico en un ambiente caluroso, el agotamiento se produce antes porque la sangre, además de llegar oxígeno al músculo que trabaja, debe de llevar también el calor desde el interior del cuerpo a la piel, lo cual representa una carga adicional sobre el corazón. El débito cardiaca permanece prácticamente constante o se eleva ligeramente, y la frecuencia cardíaca aumenta. Las presiones arteriales sistémica y pulmonar y la venosa central, lo mismo que el volumen de eyección sistólico disminuye, y el volumen sanguíneo disminuye moderadamente.

 En el sujeto anciano sano, el principal efecto circulatorio de los cambios estructurales y fisiológicos es la reducción de la reserva hemodinámica y la capacidad reducida de enfrentar las tensiones ambientales que puedan sobrevenir.

En cuanto a la eliminación de calor por la piel, se realiza mediante la radiación, convección, conducción y evaporación del sudor. El gradiente de temperatura entre el ambiente y la piel determina la pérdida o ganancia de calor por el organismo.

Cuando la temperatura ambiente es inferior a la de la piel, el cuerpo puede eliminar aproximadamente el 65% del calor por convección y radiación, dependiendo en gran parte de la velocidad del viento y la vestimenta del deportista. Sin embargo, los deportistas expuestos a una temperatura ambiental superior a la de la piel ganarían por estos dos conceptos calor del ambiente, quedándoles solo la evaporación del sudor como mecanismo de equilibrio térmico.

La evaporación del sudor es, por tanto, el principal mecanismo de disipación de calor cuando la temperatura ambiente es muy elevada y dificulta la radiación y convención, pero para que sea efectiva, la ventilación debe ser buena y la humedad ambiental baja.

En el anciano la sudoración es menor, aunque cuando se produce inicialmente la intensidad con que se suda es momentáneamente mayor que en el resto de las edades.

Entre los factores que afectan a la velocidad de sudoración, perjudicándola, están:

 

EXTERNOS:

  • Temperatura
  • Humedad relativa elevada
  • Utilización de prendas de fibra

 

INTERNOS:

  • Gran sobrecarga calórica
  • Alta intensidad de la actividad física
  • Mal estado previo del balance hidro-salino
  • No ingesta de líquidos durante la exposición al calor
  • No aclimatación 

 

 

PATOLOGIA POR CALOR

 

Se pueden considerar las siguientes categorías de alteraciones clínicas debidas al calor.

 

  1. Procesos que se presentan como consecuencia de una termorregulación inadecuada. Golpe de calor.
  2. Condiciones que pueden complicarse o desarrollarse por medio del normal proceso fisiológico de la termorregulación: Agotamiento por calor. Calambres por calor. Edema por calor. Tetania por calor. Síncope y erupción por calor. Agotamiento anhidrótico por calor.

 

 Los niveles de calor en el núcleo central pueden alcanzar niveles críticos que no pueden ser compensados mediante el flujo sanguíneo a la periferia para disminuir la temperatura de la sangre. Cuando esto sucede, la relación normal lineal entre el V02 y el gasto cardíaco y ano se mantiene y se produce una intensa vasoconstricción como último esfuerzo para mantener el volumen central de la sangre, de los que resulta un fracaso en la termólisis y un incremento, por tanto, de la temperatura del núcleo interno.

Por cada grado centígrado que se eleva la temperatura, el metabolismo celular aumenta un 13%, de forma que a 40 grados el metabolismo es un 50% mayor de lo normal. A medida que el metabolismo aumenta, la demanda celular de oxígeno va superando el aporte, y a 42º C la fosforilación oxidativa se desacopla. Entre los 45 y 46 grados comienza la destrucción celular.

El anciano, con una menor frecuencia cardiaca máxima y una menor potencia aerobia, además de unos mecanismos de termorregulación dañados por el envejecimiento, está particularmente predispuesto a este tipo de patología por calor.

En este sentido sería muy importante que siguiese algunas indicaciones de tipo preventivo.

 

  • Buena hidratación (beber abundante agua)
  • Buena aclimatación (adaptarse poco a poco al ejercicio en ambientes calurosos).
  • No hacer ejercicio en momentos del día especialmente calurosos (medio día etc.).
  • Uso de prendas de algodón, no usar jamás plásticos o similares.

 

 

Alteraciones producidas por el frío

El anciano que realiza una actividad física moderada (marcha, cicloturismo e incluso montañismo), en condiciones de bajas temperaturas, tiene por la propia acción del envejecimiento un factor de riesgo a sumar para padecer las lesiones producidas por el frío.

Estas lesiones dependen:

  • De la intensidad del frío
  • Del tiempo de exposición
  • Del viento y humedad
  • De la hipoxia y poliglobulia de la altura
  • Del grado de deshidratación previo
  • Del agotamiento físico

Como medidas preventivas podríamos citar:

  1. Alimentación adecuada e hidratación suficiente
  2. Calzados anchos, vestimenta apropiada
  3. No utilizar vasodilatadores durante la exposición al frío
  4. No tomar bebidas alcohólicas
  5. No dar masajes ni fricciones con nieve
  6. Recalentar con precaución

 

Respuestas fisiológicas al frío

El primer recurso que utiliza el organismo para defenderse del frío es tratar de ahorrar el máximo de calor corporal que producimos en las reacciones metabólicas que normalmente tienen lugar en nuestro organismo. Para ello disminuye la circulación en las zonas más en contacto con el medio ambiente hostil (vasoconstricción) exceptuando la cabeza, por donde se puede perder hasta un 25% del calor corporal. Si la vasoconstricción no es suficiente, el organismo aumenta el calor generado mediante contracciones musculares (temblor). Si la exposición al frío es prolongada, el temblor puede persistir hasta el agotamiento de las reservas de glucógeno, momento en el cual los músculos dejan de contraerse y se produce la hipotermia.

En el agua fría, la pérdida de calor por conducción es muy alta. En temperaturas inferiores a 20ºC la disipación de calor es tan intensa, que aunque el metabolismo se eleve con el ejercicio cerca de dos veces y media, no se alcanza el equilibrio térmico, permitiendo la pérdida de calor, pérdida que se incrementa aun más al nadar, debido al aumento del gradiente de calor entre las extremidades activas y la temperatura del agua.

Es por esto que se aconseja estar quieto a los náufragos a la espera del rescate.

El uso de una vestimenta apropiada para el frío es capital, y debería estar compuesta por varias piezas. La externa impermeable al agua y resistente al aire, la interna con gran poder aislante (algodón).

 

Aclimatación al frío

La aclimatación al frío tiene lugar a expensas de dos mecanismos: el aislante mediante el aumento del espesor del panículo adiposo y la vasoconstricción, el metabólico aumentando la termogénesis (temblor, secreción de catecolaminas y cortisol etc.).

 

Alteraciones producidas por el frío

La alteración más grave es la hipotermia, ya que cuando la temperatura centra disminuye por debajo de 25ºC se produce la muerte.

En general, los casos mas frecuentes de hipotermia se producen cuando en su aparición toman parte el agua, la nieve o el viento. El agotamiento físico por el ejercicio, las ropas inadecuadas y un bajo porcentaje de grasa corporal favorecen su aparición. En este extremo los ancianos están especialmente predispuestos, sobre todo si no hay una gran costumbre y aclimatación previa.

La hipotermia se caracteriza por la presentación de debilidad, fatiga, marcha oscilante, caídas frecuentes e imposibilidad para mantener el ritmo de la marcha adoptado por otros compañeros. A continuación aparecen el colapso, el estupor y la inconsciencia.

La congelación es otra alteración originada por el frío que se presenta en las partes periféricas del cuerpo, especialmente cuando están descubiertas o insuficientemente protegidas, como es el caso de la cara, orejas, nariz y dedos de manos y pies. A ello colabora de manera decisiva la acción del viento. A veces los afectados no se dan cuenta de la iniciación del proceso de congelación hasta que no se quitan los guantes o las botas.

 

Resumen de recomendaciones para los ancianos que realicen actividad física en climas calurosos

1.- No realizar ejercicios en los momentos de máxima insolación

2.- Tomar suficiente agua antes y durante la actividad

3.- Usar prendas de algodón que permitan la transpiración

4.- Máxima precaución si se toman medicamentos (consultar con el médico)

5.- No tomar bebidas alcohólicas

6.- Realizar una aclimatación progresiva al ejercicio con calor

7.- Si se comienzan a tener sensaciones extrañas, del tipo que sea, se debe abandonar la realización del ejercicio y se debe situar en ambiente fresco y tomar agua.

8.- Conocer las limitaciones propias de la edad a este tipo de ejercicio

 

Resumen de recomendaciones para los ancianos que realicen actividad física en climas fríos

1.- Alimentación e hidratación adecuadas

2.- Utilizar prendas superpuestas (que aumentan las cámaras de aire)

3.- No utilizar vasodilatadores (bebidas alcohólicas)

4.- No dar masajes ni friegas con nieve en caso de inicio de congelación

5.- Utilizar zapatos holgados y que proteja suficientemente

6.- Tener en cuenta la perjudicial acción del viento y la humedad

7.- Si al frío se le suma la altitud, los riesgos de congelaciones e hipotermia aumentan

8.- Aclimatarse al frío y ser consciente de que la edad impone limitaciones.